Suelos y residuos. El mercado del compost

Suelos y residuos. El mercado del compost

La función de aplicación en la agricultura del compost es doble; por un lado, actúa sobre el suelo como enmienda orgánica, y por otro, sobre las especies vegetales, actuando de abono orgánico o fertilizante y sustrato de cultivo.

El suelo empleado continuamente en un sistema de cultivo está sometido a una progresiva disminución del nivel de humus, causando varios problemas como pueden ser la erosión acelerada, deterioro de las propiedades físico-químicas y biológicas del suelo y, en general, disminución de la fertilidad del suelo. La aportación de materia orgánica al suelo en forma de compost contrarresta todas estas deficiencias.

El cultivo donde es posible la aplicación del compost es muy variado, dependiendo de la granulometría del mismo, presencia de impurezas, etc., y pueden ser tan distintos como hortícolas, cítricos, viñedos, forestales y arrozales. A su vez, también se está utilizando en remolacha azucarera, frutales no cítricos, mejora de suelos degradados, selvicultura y viveros.
En general, la aplicación de compost maduro a dosis moderadas provoca tanto a nivel de campo como de invernadero, aumentos apreciables de los rendimientos de cosechas de diferentes cultivos.

 

Existen otros usos posibles del compost en campos como el paisajismo, en la restauración de suelos degradados y recuperación de superficies denostadas por diversas actividades.

También parece interesante señalar la posibilidad de utilizar el compost en las superficies forestales no naturales, y en los planes de reforestación tanto de superficies quemadas, tierras de cultivo abandonadas, zonas dañadas por vertidos industriales, etc., ampliando el mercado de este producto a valores importantes.

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