La península ibérica es una de las zonas que tendrá que hacer un mayor esfuerzo para adaptar su producción vitivinícola a los nuevos escenarios climáticos. Así lo confirma un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid que asegura que, a pesar de todo, el impacto será reducido.
Temperaturas más extremas, sequías o estrés hídrico son solo algunos de los efectos que los expertos asocian al cambio climático en los próximos años y todos ellos podrán afectar a la producción y la calidad de los vinos.
Pero, ¿en qué medida lo harán? Eso es lo que analiza un estudio en el que han participado investigadores de la Escuela Técnica Superior de Caminos, Canales y Puertos y de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid.

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