Desde hace 25 años, Bullas es reconocida como Denominación de Origen Protegida (DOP) y en esta gran trayectoria ha conseguido cumplir con uno de los dos grandes objetivos de esta figura, la calidad y trazabilidad del producto.
Francisco Carreño, presidente de dicha DOP, se siente orgulloso de todo lo que ha se conseguido en este cuarto de siglo y de poder elaborar vinos de calidad, reconocidos a nivel mundial. No obstante, también asegura que hay problemas que aún están por afrontar como son la lucha contra la erosión, la despoblación y el cambio climático, entre otros. Desde LIFE SARMIENTO coincidimos en la necesidad de abordar estos problemas e implementamos prácticas que contribuyen a afrontar muchos de estos retos para contribuir a una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
El presidente resalta también el compromiso y determinación de las generaciones anteriores gracias a las cuales se ha conseguido llegar a nuestros días. Además, hace especial hincapié en las ventajas generadas por la DOP ya que, sin ella, no hubiera sido posible el desarrollo de proyectos europeos que han hecho posibles alcanzar otros objetivos como son la adaptación y mitigación de los viñedos al cambio climático, las buenas prácticas para desarrollar el efecto sumidero del carbono y otros temas de interés.