Siguiendo el esquema de gestión de podas propuesto por el proyecto, este verano comenzó el compostaje de los sarmientos. Tras haber sido almacenados en los puntos de acopio y tras el picado y transporte al lugar de transformación, se inició su proceso de compostaje. Esto supone monitorización de parámetros como la temperatura y la humedad para seguir el proceso y determinar el momento de los volteos, la adición de agua y de microorganismos. Los microorganismos favorecen la descomposición de la materia vegetal y confieren al producto final capacidades bioestimulantes y biofertilizantes. Se espera que para la próxima primavera los campos de la Cooperativa El Rosario reciban el compost producido este primer año.
Por otra parte, durante el mes de septiembre se está trabajando también en la toma de muestras de las parcelas seleccionadas para probar los efectos del compost durante los próximos cuatro años. De esta forma, se caracterizarán los terrenos donde el compost será aplicado y se obtendrá la línea base de estudio de las mejoras en rendimiento y calidad de las cosechas y del estado físico-químico y biológico de suelos debidas a las aplicaciones del compost producido durante el proyecto.