El 7 de julio se celebra todos los años el Día de la Conservación del Suelo, en conmemoración a Hugh Hammond Bennet, investigador que logró aumentar la producción de la tierra mediante la protección de la misma.
A día de hoy, la erosión del suelo es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el mundo. Factores como el viento, la lluvia, la deforestación, el mal uso de la mecanización y las técnicas de cultivo industriales aceleran el proceso de erosión. Debido a tales fenómenos, algunas de las capas más superficiales del suelo son arrancadas y arrastradas de su emplazamiento original ocasionando la aparición de tierras muy poco productivas.
El suelo constituye una estructura de vital importancia ya que es fuente de vida y de alimentos. Además, es sustancial para combatir el cambio climático ya que, como en el caso de los océanos, los suelos pueden absorber gran cantidad de dióxido de carbono, un hecho que contribuye a mitigar el impacto de las emisiones de CO2 en el planeta.
Por desgracia el suelo es un recurso no renovable, por lo que cada vez es más que necesario que nos concienciemos y hagamos un buen uso de este recurso tan importante.
Desde Life Sarmiento contribuimos a mejorar el estado del suelo, gracias a la aplicación del compost generado a partir de restos de poda de viñedo. Este compost posee propiedades biofertilizantes y bioestimulantes para el cultivo y a su vez ayuda a frenar la degradación del suelo, mejorando su resiliencia y biodiversidad.